Derechos reservados para la injusticia
La violación de los derechos humanos en
Bogotá es una cuestión que se presenta a diario. En esta semana varias
situaciones generaron descontento en los ciudadanos por la violación de
derechos, mientras que otro hecho mostró que la justicia busca proteger los
mismos.
La muerte de una menor de 10 meses en
una clínica y la falta de atención de varios pacientes de una EPS muestran la
extensión de la negligencia médica en la ciudad. ¿Cómo es posible que ni un
bebé tenga un servicio de salud digno? ¿Qué pasa con todos los pacientes
enfermos de gravedad que no son atendidos por su EPS? Aquí se evidencia una
clara violación a los derechos humanos de los afectados, y más específicamente
al derecho fundamental de la salud. Con la Ley Estatutaria de Salud fue
establecida la obligatoriedad de la prestación de los servicios de urgencias.
Esto último fue incumplido en el caso de la menor de 10 meses ya que, aunque fue
admitida en urgencias de la clínica, no recibió atención por parte de los
médicos, lo que quiere decir que por ende la prestación de servicios fue
violada. Además de esto, hay establecidos numerosos elementos y principios de
este derecho fundamental que confirman y apoyan las alegaciones de los usuarios
de Caprecom; uno de estos es el elemento esencial de la continuidad, que sin
duda fue violado cuando la entidad interrumpió el tratamiento de leucemia de
una niña, la cual al momento de las protestas llevaba 3 meses sin recibir
quimioterapia. En este último caso sobre Caprecom, los usuarios hicieron uso de
la Defensoría del Pueblo en búsqueda de ayuda para hacer justicia por el
incumplimiento de su derecho a la salud. Mientras tanto se evidencia la falta de
conocimiento y lo poco fructífero que pueden llegar a ser no sólo los derechos
sino las herramientas jurídicas de los ciudadanos, ya que no les permiten en
todas las ocasiones hacer valer los mismos. El número de tutelas por temas de
salud en Bogotá es elevado actualmente, mientras que las respuestas a éstas se
hacen eternas o quizás nulas por parte de la Personería de Bogotá.
Por otro lado, tomando como referencia
el ejemplo del estudiante Sergio Urrego, quién sufrió un fuerte ataque a su
personalidad y por ende a su inclinación sexual, se evidencia una violación del
derecho a la libre expresión y a una educación inclusiva. A pesar de que hubo
respuesta por parte del procurador Alejandro Ordoñez, ésta no fue alentadora
para la comunidad estudiantil, para la familia, ni para la comunidad LGBTI. El procurador propusó que
los manuales de convivencia de los colegios debían tener normas para evitar en
su totalidad las manifestaciones de amor, pero esto no fue acogido por el Alto
Tribunal. Por el contrario, la Corte Constitucional falló a favor de la tutela
argumentando que más allá de posiciones ideológicas o políticos se deben
respetar los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes. De
la mano del Ministerio de Educación empieza la búsqueda por garantizar los
derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la dignidad y a la igualdad.
Es posible decir que el actuar de las personas puede atribuirse a la formación
académica que posean, siendo ésta una de tantas razones que lleven a la ciudadanía
a este tipo de comportamientos. Este
razonamiento puede validarse al encontrar estadísticas que señalan cómo la
deserción escolar hace parte del diario vivir en la ciudad, donde las
necesidades económicas o sencillamente la falta de interés alientan este tipo
de decisiones. Es en este punto donde entidades como la Secretaria de
Educación o la red de educación
alternativa deberían estar presentes, para que, más allá de disminuir las
cifras, se logre identificar alternativas que inviten a los jóvenes a llevar
una formación académica y formativa para la vida; una que permita ver sin
venda, una que libere los ojos y proyecte en su totalidad el sentido de la
palabra "humanidad". De esta manera se busca no pensar en formar
bandas delincuenciales, ni tener que salir de la realidad consumiendo drogas;
el punto está en cambiar la realidad y las plantillas sociales que invitan a
producir una Bogotá como un Miami, o una cantante como Madonna, o un político como Donald Trump.
FUENTES
Bogotá, R. (19 de 08 de 2015). El Espectador . Obtenido de El
Espectador : http://www.elespectador.com/noticias/bogota/menor-de-10-meses-habria-fallecido-clinica-de-bogota-es-articulo-580292
Bogotá, R. (20 de 08 de 2015).
DIAGNOSTICO SOBRE LA DELINCUENCIA JUVENIL . ADN
, pág. 2.
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