Conclusión del curso
A lo largo de
estos últimos cuatro meses la línea Organismos de control distrital y DDHH, ha estado analizando la gestión de la
Personería, Veeduría y Contraloría, corroborando si estos organismos cumplen su
función de manera eficiente. Durante este tiempo se han recolectado noticias en
las que se evidencia una insuficiencia parcial de los organismos de control,
debido a la participación procedimental de dirigentes corruptos y las
consecuencias que estos conllevan, además del corto radio de acción que según
la opinión de 3 académicos, - evidenciada en la salida de campo 3- debería ser amplificada con caulidades como el
inserción directa en procesos penales sobre las irregularidades registradas
diariamente por dichos organismos. Por otra parte, el método de selección de
los funcionarios de dichos organismos debe transformarse ya que al haber
intereses involucrados la meritocracia se ve reducida. Un claro ejemplo son los
desfalcos económicos presentados en la capital, adecuados a la frecuencia de las
obras inconclusas, contratos irregulares con entes públicos, entre otros. Todo
esto gira en torno a la falta procedimental fiscal y a los intereses
personales, que vienen situados con cada gobernante y a la falta de presión y
conocimiento por parte de la ciudadanía – evidenciada en la salida de campo2-,
ya que al existir un notorio distanciamiento, los organismos no cuentan con
cuerpos que supervisen el flujo de sus acciones; es por esto que se disminuye
la calidad de servicio de las entidades públicas del estado y al suceder esto,
el sujeto que quiere obtener un servicio de calidad ofrece dinero a cambio de
un buen servicio. Cabe resaltar que la falta de educación cotidiana en sectores
administrativos, permite comprobar mayor distanciamiento y menor vigilancia de
las acciones ejercidas por parte de los órganos.
Así mismo ocurre
con los derechos humanos en Bogotá, estos son vulnerados a pesar de las políticas públicas que impulsan su
incentivamiento, no solo en la capital si no en todo el
país, se puede decir que las mujeres a través de los recientes feminicidos,
niños y ancianos son los que sufren con más frecuencia. En Bogotá, cada vez que
las EPS niegan citas médicas, medicamentos, están omitiendo un derecho
constitucional como el acceso eficiente
a la salud y cada vez que los ciudadanos deben poner tutelas o acudir a
algún mecanismo de defensa para buscar la protección del derecho a la salud. La fricción generada en la administración y el
financiamiento de las entidades públicas genera polémicas contundentes en la
salud de los bogotanos. Sin embargo, es meritorio
resaltar que los ciudadanos son culpables en cierta medida de dichas dinámicas
ya que se presentan altos desajustes financieros al cancelar citas previamente
programadas con médicos generales y especializados.
Finalmente es
posible afirmar que Bogotá se encuentra hoy en día en una situación precaria
con respecto a los órganos de control, con todos estos incidentes que casi siempre
suelen afectar a las zonas más vulnerables; en las salidas de campo realizadas
se pudo establecer que la mayoría de los ciudadanos no identifican a los órganos
de control distrital, ni conocen sus respectivas funciones en el sector
distrital. También durante los seguimientos que se realizaron a los órganos de
control se puede observar que los órganos de control distritales no actúan en
modo de prevención, y el reducido personal opositorio podría prestarse para
proponer especulaciones. Las acciones de los órganos distritales basadas en
vigilar y supervisar son funciones coyunturales que deberán seguir en
cuestionamiento debido a su gran implicación sociopolítica.
Comentarios
Publicar un comentario