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Una vez más se resguarda "el inviolable" Derecho a la vida




Durante el Día Internacional de la Mujer, en el centro de Bogotá, se dio la gran movilización ciudadana organizada por Antanas Mockus,  donde se congregaron cientos de ciudadanos que marcharon por el Derecho a la Vida, además se contó con la presencia de grupos y colectivos que manifestaron protestas específicamente por la desigualdad de género, los Derechos de la Mujer y los derechos de los animales. Si bien nuestro país cuenta con un marco normativo para la sensibilización, prevención y sanción de todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres, se reconocen necesarias acciones eficaces que permitan disminuir las cifras de vulneración de sus derechos.
                                                                    
En promedio las niñas y adolescentes representan el 20 % de los casos que recibieron el acompañamiento psicológico y jurídico de la Defensoría Delegada para los Derechos de la Mujer y Asuntos de Género; las mujeres afrodescendientes el 14 % y las indígenas el 5 %. Además de alarmantes, las cifras, reflejan el número de denuncias que ha recibido la Policía Metropolitana de Bogotá y el trabajo que se ha puesto en marcha para combatir los delitos, pero no se ajustan a las historias reales de la cotidianidad. De los 103 casos de violencia sexual que se han reportado este año, 65 ocurrieron dentro de las casas de las mismas víctimas, lo que corresponde al 63 % de los casos, un fuerte indicativo de que los delitos son cometidos por los mismos familiares o personas cercanas.
Según el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, hasta finales del 2014, por delitos sexuales como: pornografía infantil, acceso carnal, tocamientos, entre otros; permanecían 14.725 personas condenadas en las cárceles del país, varias de las víctimas coinciden con que no se deberían reforzar las medidas de castigo, aunque al parecer ésta propuesta es considerable por el hecho de que las violaciones generan un cambio brusco en la personalidad, relaciones sociales, estado psicológico y emocional de las víctimas. Además, expertos afirman que ‘’una pena entre 8 y 20 años en caso de que haya sido contra un menor de edad no tiene rebaja, puede devolverles la tranquilidad, pero no borrar lo que pasó. En la adultez pueden desarrollar estrés postraumático’’. Lo anterior hace indispensable y urgente una reflexión colectiva que permita romper el círculo de violación de derechos en el que año tras año las mujeres y los menores resultan siendo los más afectados.
En cuanto a la culpa del feminicidio, un fenómeno regular que acontece en el perímetro de la ciudad, senadoras y senadores señalan la implementación de una iniciativa, para contribuir a eliminar el silencio social y la falta de acciones concretas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres por su condición de mujeres, dada la gravedad de sus consecuencias sociales, económicas y, especialmente, sobre su vida y su salud. Hechos analizados en la cotidianidad, como por ejemplo: El hombre que opta por asesinar a su pareja, para que esta “no sea de nadie más”, son el reflejo de una cultura o tradición machista que alimenta la idea de la superioridad de un sexo sobre otro. El entorno de la violencia feminicida, es señal de una larga transición de predominio que había logrado el hombre sobre la mujer, lo que básicamente ha servido de apoyo a los legisladores para considerar más grave este tipo de violencia que justifica contextos de desigualdad, distinción y que se busca contrarrestar legítimamente con la medida de carácter penal examinada, adoptadas en la Ley 1257 de 2008: ´´normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres´´.

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