Concimiento de las mujeres sobre sus derechos

Muchas veces la violencia de género normalizada se fluctúa en las parejas cuando hay una posesión de uno hacia el otro, forzando a la otra persona a vivir según sus requerimientos, lo que evidencia un efecto de violación al derecho de libre expresión y pensamiento; sin contar con el daño psicológico, social, físico que este tipo de comportamientos pueda conducir. Como se ha visto este tipo de agresión en su gran mayoría son las mujeres las afectadas,  de los 103 casos de violencia sexual que se han reportado este año, 65 ocurrieron dentro de las casas de las mismas víctimas, lo que corresponde al 63 % de los casos, un fuerte indicativo de que los delitos son cometidos por los mismos familiares o personas cercanas. Como lo podemos ver en la siguiente gráfica se muestra la relación que tiene el nivel educativo de las mujeres respecto a la normalización que se tiene por el control del tiempo por parte de su pareja sentimental, encontramos que en un mayor grado de de nivel educativo se muestra de manera anormal el hecho del control de su tiempo, teniendo su rasgo más significativo en el pregrado. Esto nos muestra que a un mayor conocimiento en ciertos ámbitos en este caso, el académico, se da la oportunidad de ver un panorama más respetuoso e igualitario en la convivencia con una pareja, donde cierto tipo de comportamientos como el control, no tendrá lugar.

Además, el grado de desinformación sobre las nuevas políticas que se ejercen a favor de los derechos de la mujer y su empoderamiento como sujetos políticos es significativo. Sin embargo, la ley abortiva, la sentencia c-355 en Colombia ha tenido una vigencia de desde el año 2006, donde sólo se está legalizado tres causales abortivas como: la vida de la madre esté en peligro, en caso de violación y malformaciones en el feto. Se evidencia que todavía hay un desconocimiento de las mismas tanto en mujeres trabajadoras como estudiantes, para efectos favorables, no sólo debería exponerse con claridad la información sobre nuevos estatutos sino de todo el dispositivo legal del cual no sólo se ha dispuesto sino se ha luchado. Recientemente, se encontró en la agenda distrital el debate de ampliación de estas tres causales.

La religión como institución ha establecido una serie de reglamentos para vivir, y se encuentra que el deber ser mujer dentro del marco de las mismas, ha estado suscitado con fines reproductivos y de crianza, es por esto, que hemos querido evidenciar si tal hipótesis es conforme a lo realizado en la práctica, como lo grafica lo señala hay un índice superior de tener este tipo de creencias conforme se es denomina perteneciente a una religión, en comparación para aquellas que promulgaron el no tenerla. Se deja claro, que no se juzga los hechos religiosos o el de comulgar con alguna, sino la estructura cultural que conlleva tener  un grado de comunión con alguna. Un punto por resaltar, es que en los dos casos, tanto como en el que se pertenece como en el que no, se registra que ninguna de estas actividades son esenciales en el ‘’deber’’ ser mujer.

En otra medida, a través del instrumento, se supo que hubo una gran similitud porcentual en el hecho de haber o no sufrido algún tipo de violencia , siendo de mayor grado las que no fueron agredidas de alguna manera, sin embargo, las cifras están sumamente cercanas para declarar que es insignificante el comportamiento agresivo percibido por ellas.  Este valor es correlacionado con la información que se tiene sobre las medidas que se pueden optar en caso de ser agredidas, indudablemente esta no es un medida preventiva sino ‘’curativa’’. Los rasgos arrojados fueron que hay un alto índice de desconocimiento sobre la sanción hacia hombres que maltraten, la cual recauda un valor monetario.Tanto las mujeres que han sido o no agredidas no tienen esta información, esto nos hace ver, que  las instituciones cumplen un papel fundamental en la distribución de información y que se debe hacer uso de los medios de comunicación para dicho propósito.

Como bien se venía analizando el papel de las instituciones que defienden los derechos de la mujer, es invisible, este debe reforzarse creando espacios donde se hable de los mismos, la Secretaría de la Mujer es una victoria frente a este tipo de ignorancia informática, en este caso, se quiso relacionar el nivel educativo de las mujeres respecto al conocimiento de institucional, partiendo desde ONGs hasta las asociaciones que se crean a nivel distrital. Como lo muestra la gráfica hay un mayor conocimiento de las instituciones por parte de mujeres que cursaron el bachillerato y el pregrado. Un factor por resaltar es que si bien se encontró un gran nivel de desconocimiento, también hubo un gran interés por saber más información sobre la defensa de sus propios derechos, panorama que es esperanzador para la apropiación y aumento de la participación no sólo política sino en todos lo ámbitos que incursione la mujer.