CONCLUSIONES

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En nuestra labor de observación, análisis y critica encontramos durante todo el semestre que en materia de órganos la ciudad tuvo bastantes dificultades debido al cambio de alcaldía ya que al momento de elegir contralor y personero se tuvieron dificultades que persisten hasta el día de hoy.


Con respecto a las dificultades, en primer lugar, con la elección a contralor desde el año pasado se vinieron presentando fallas en el debido proceso que debe seguir la elección de este funcionario. Esto significó desde el inicio un retraso en la elección de contralor permeada por intereses políticos y económicos en el concejo. Esto es grave pues  en estos momentos la ciudad se encuentra sin contralor posibilitando que no haya un control verdadero sobre los recursos de la ciudad y por ende permitiendo la corrupción.

Con respecto a la personería, la mayor problemática que tiene a esta entidad en un estancamiento es la elección del personero, debido a las largas que el consejo ha dado a la elección de este. Con respeto a las funciones de la entidad después de un análisis detallado logramos determinar que la población de la capital en un alto porcentaje no conoce ni siquiera que es la personería, lo que nos da a pensar que la ejecución realizada por este ha sido insuficiente y poco notoria ante los ojos de la sociedad capitalina.

En materia de derechos humanos; Bogotá es un reflejo del panorama nacional que se vive a diario, a la capital llegan personas de todo el país por distintas razones, por lo tanto, las situaciones de los derechos humanos en Bogotá evidencian la realidad que se vive en el país. Los derechos humanos no están siendo respetados, a diario los ciudadanos ven vulnerados derechos como la salud, la educación y el trabajo. Además hay una manipulación en los medios respecto a este tema y también la percepción de los ciudadanos en cuanto al respeto por los derechos humanos es bastante mala al igual que la desconfianza hacía instituciones como la policía.

En conclusión a pesar de estas dificultades los funcionarios encargados en el cargo, el veedor y demás funcionarios de estos entes han logrado seguir en sus funciones controlando, defendiendo, denunciando, vigilando y haciendo participar a la ciudadanía en los temas de control de la ciudad. Sin embargo, el desconocimiento o ignorancia por parte de muchos ciudadanos permite que la veeduría ciudadana no sea completa y por ello que se presenten situaciones de corrupción y violación de derechos. La personería de Bogotá mediante su programa 24 horas de atención mediante la línea 143 y la atención de los centros comerciales a buscado dar a conocer su función, misión y acercamiento de la entidad al ciudadano, pero según nuestro análisis no ha sido suficiente y esta entidad sigue en un oscurantismo para la gente del “común”. Bogotá al igual que el resto del país tiene un déficit grandísimo en cuanto a derechos humanos, las instituciones no están siendo lo suficientemente efectivas, no sé está garantizando los derechos humanos, la mayoría de los ciudadanos no tienen una vida digna, pues, sus derechos se ven vulnerados a diario sin ver una solución por parte del estado.